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RECENSIÓN. HÉCTOR LLAITUL, ESCRITOS DESDE LA CÁRCEL, ARTÍCULOS Y PALABRAS DESDE SU ÚLTIMA PRISIÓN POLÍTICA.

Escrito por José de la Fuente


Editorial Aún creemos en los sueños. Publica Le Monde Diplomatique. Chile, diciembre de 2024. 68 páginas.


La publicación original contiene los siguientes artículos y palabras del índice (aquí, por cierto, sintetizadas)


  • Prólogo de Igor Goicovic Donoso, (5-8), miembro del Departamento de historia de la universidad de Santiago de Chile. Describe los objetivos de la actual lucha de la Coordinadora Arauco-Malleco (CAM): recuperar los territorios usurpados durante el siglo XIX por el Estado de Chile y desarrollar un proyecto de emancipación nacional de carácter anticapitalista. Se indica que la lucha actual se despliega frente a la expansión del capital forestal, la fragmentación de las comunidades indígenas y “la reafirmación de una nueva colonialidad travestida de interculturalidad”; luego se pone énfasis en que la acción colectiva proviene de una tradición que se originó en el siglo XVI. Inmediatamente surge la pregunta sobre qué se quiere insinuar al decir “la reafirmación de una nueva colonialidad travestida de interculturalidad” ¿Reafirmar solo la multiculturalidad y rechazar o desmerecer la importancia de la interculturalidad? ¿disfrazar una opción política que simula una opción que subrepticiamente hace lo contrario a la lucha revolucionaria de la CAM? E inmediatamente se pone énfasis “en la emancipación anticapitalista”. No aparece ninguna indicación a qué tipo de anticapitalismo se refiere en el contexto histórico y tampoco al tipo de capitalismo que se encarna en la coyuntura actual. Se insiste en la capacidad de aniquilación del pueblo mapuche en la victoria de Tucapel (1553) y de Curalaba (1598) y el reconocimiento de la soberanía mapuche sobre el Wallmapu en 1793, hecho reconocido por la corona española hasta llegar al momento más álgido de 1823; Lugo se produce otra duda sobre la relación del pueblo mapuche y el bando realista:  Dice: “Posteriormente, y en el momento de la guerra de la independencia de comienzos del siglo XIX, el pueblo mapuche se alineó, predominantemente, con el bando realista y mapuche se refugiaban en las zonas boscosas del Alto Bío-Bío”. En los cinco párrafos siguientes, Goicovic se refiere al receso de modernización capitalista y su impacto en la diversificación industrial (carbón, actividad cerealera, carne, industria del cuero, producción de cerveza y textil). La modernidad optimiza los recursos bélicos y el tipo de armas. La llamada “Pacificación de la Araucanía (1863-1883), beneficiará al vencedor colonial mejorando la organización de tropas, obteniendo el triunfo durante el desarrollo de la Guerra del Pacífico (1879-1883). El pueblo mapuche no cesa en defender sus tierras, sus tradiciones y cultura para ser reconocido como pueblo soberano. Durante el siglo XX el pueblo mapuche organizado se enfrentará a violentas matanzas como las de Forrahue 1912), Ranquil (1934) y la de Liquiñe (1973). Lo señalado forma parte de su historia de resistencia. En consecuencia, las luchas actuales, se inician durante el régimen colonial, con el propósito de la recuperación del territorio y de los territorios usurpados.


A continuación, y en el mismo orden, se incluyen textos de Héctor Llaitul Carrillanca.


  1. Ocupación y Golpe: el pueblo mapuche ante el desalojo y la violencia del gran capital (p. 9-14). Se indica que este texto se escribió como prólogo del libro Chile 1973-2023: contrarrevolución y resistencia. El autor lo escribe habiendo transcurrido 70 días de su huelga de hambre en protesta por la forma injusta de sentencia a 23 años de prisión. Insiste en que la Corte Suprema actuó en “forma racista y bajo presión empresarial y política” durante el gobierno de Gabriel Boric. Demanda su traslado al módulo de Comuneros de la cárcel de Temuco porque allí se respeta la condición del mapuche en su cultura, su religión y tradiciones (y porque allí están los weichafes, perseguidos en décadas atrás). Llaitul señala que en esta condición espuria el Estado chileno le quiere quitar hasta su identidad de origen, su familia, su comunidad y su Lof. Tampoco lo dejan ser atendido médicamente por autoridades ancestrales como la Machi y Lawentuchefe. Otra razón de insistir por su traslado es para estar junto a hijo Pelentaro Llaitul Pezoa, también encarcelado. Las razones de pertenencia a su territorio, la Nación Mapuche, porque “cada Che trae consigo un Tuwun y un Kupalme que los identifica y los amiga. Estos vínculos le dan sentido de pertenencia a la condición mapuche de Ka Rufche. Este tipo de prisión espuria y discriminatoria, además de ser racista, evade la aplicación del Convenio 169 de la OIT. Otra de las motivaciones de Llaitul es “crear los cimientos para la reemergencia de un fuerte Movimiento Nacionalista Mapuchista en resistencia contra el Estado capitalista colonial. En Chile, se vive un momento crítico porque el gobierno se ha subordinado a la ultraderecha neofacista. Sin reconocer o nombrar a otras organizaciones mapuches, Llaitul pone énfasis en la acción del Movimiento Mapuche Autonomista. Rearticular las comunidades implica establecer los Lof y el Wallmapu. La carta concluye con un Amulepe Taiñ Weicchan, libertad para todos los que luchan por su pueblo.

  2. Del caso Huracán a las actuales condenas contra la CAM: la continuidad de las operaciones de inteligencia político-policial contra la causa mapuche en chile (p. 20-45). El texto constituye una denuncia y recuento de acciones arbitrarias, basada en montajes del aparato judicial y policial del Estado chileno para falsear, perseguir, caricaturizar, condenar y encarcelar a integrantes del movimiento mapuche. Llaitul señala que esta denuncia la escribe a “44 días de una huelga de hambre, perseguido nuevamente por fiscales antimapuches, quienes lo condenan en un nuevo tribunal racista, sin pruebas concretas y con testigos protegidos sin rostro”. Esta denuncia se hace en representación de la CAM, en conjunto con el Movimiento Mapuche Autonomista y redactado de la siguiente forma: 1. Los alcances de la operación huracán. 2. La actual situación de persecución en el Wallmapu. 3. El rol de los medios de comunicación contra la causa mapuche. 4. El racismo estructural del Estado chileno. Se especifica que el “Caso Huracán” es un montaje, cuyas principales acciones fueron ejecutadas por la policía de Carabineros, “algunos de los cuales están siendo procesados en la actualidad. La operación se caracteriza por ser “multivariada, con una dimensión política y policial, además de judicial y comunicacional”. Se especifican los nombres de diversos agentes del Estado, quienes participan en diversas instancias: la jueza Luz Mónica Arancibia Mena, quien autoriza detenciones de manera verbal; el Ministerio Público a través del informe 130, avalado por carabineros. La presencia del fiscal Roberto Garrido de la octava comisaría de Temuco; el fiscal Felipe González, quien utiliza diálogos de Whatsapp falsificados. La UIOE, Unidad de Inteligencia de Carabineros, creada en 2013, encargada de elaborar mensajes e informes secretos y falsos para avalar acciones militarizadas del Wallmapu, quedando al descubierto, debido a disputas internas de las policías, delaciones entre los agentes del Estado pertenecientes a la UIOE e informes de fiscales. Al fiscal Carlos Palma le toca investigar “esta verdadera maquinaria para construir e implantar pruebas falsas. El 9 de julio de 2018 son formalizados los miembros de la UIOE, aún están siendo procesados 10 carabineros y un civil por delitos de asociación ilícita, falsificación de instrumentos públicos, obstrucción a la investigación y delitos informáticos”. Después de transcurridos varios años, la defensa de estos imputados solicita sobreseer las causas acusando a la fiscalía por hacer desaparecer información y de ese modo deslindar responsabilidades de este descomunal fraude. Son los fiscales Sergio Moya, Luis Arroyo y Cristián Paredes, quienes corrigen los informes de la UIOE y adecuan protocolos y normativas. De este modo se “cae” o desploma la Operación Huracán por supuesto tráfico de armas desde Argentina y acontece lo mismo con la inventada Operación Andes sobre falsos vínculos entre orgánicas subversivas y de resistencia. Concluye este grotesco episodio de persecución, con la fiscalía inculpando a Carabineros como los únicos responsables de la implementación de pruebas en el caso Huracán. Para Llaitul, esta es la forma de “una ofensiva neofascista en Chile, donde las posiciones de ultraderecha tienen mayor control en el poder que se declara progresista, aunque es por su programa burgués que se impone el modelo neoliberal” que sustenta al gobierno de Gabriel Boric. Los medios que apoyan la estrategia ultraderechista son: Diario El Mercurio; Diario la Tercera, a los cuales se une las emisoras de televisión canal 13, Mega, Chilevisión, canal estatal TVN y otros medios de prensa radiales que reproducen el sistema colonial racista. Para la CAM, en Chile “existe un racismo estructural, ideológico y cultural que surge con la presencia y acción de la Iglesia Católica, la corona española y la construcción de los Estados Nacionales de Chile y Argentina […] En los actuales procesamientos a los weichafe de la CAM, se están utilizando básicamente pruebas obtenidas por tecnología israelí, son software y programas que recogen información solo de celulares…”. Esto es lo que ocurre en la situación procesal y política promovida por el Estado de Chile en la denominada Zona Macro sur. Concluye la denuncia reclamando libertad a los PPM CAM y a todos los weichafes encarcelados ¡Amulepe taiñ Weichan, Weuwaiñ!

  3. Entrevista a Héctor Llaitul por Carolina Trejo Vidal, 7 de mayo de 2024, publicada en le Monde Diplomatique, radio IGM, mujeresylasextaorg.com, OLCA.cl y Resumen latinoamericano.org (p. 37-45). Responde a 10 preguntas horas antes de leerse la acusación del Tribunal Oral en lo Penal de Temuco que lo declara culpable, aplicándole la ley de seguridad interior del estado, arguyendo las imputaciones como werkén de la CAM y otros eventuales delitos carentes de evidencias, hechos ni investigación concluida sobre el asesinato de 3 carabineros en Cañete en la madrugada del 7 de abril de 2024. El trasfondo de esta condena es la confrontación del poder político estatal chileno, con la colusión de resabios coloniales y el intruso poder económico de las empresas forestales. Llaitul alude a las contradicciones históricas entre la legítima reivindicación mapuche y el hecho que hoy en día “hasta los comunistas están en la gobernanza neoliberal. Así es, comunistas, progresistas y gente que tiene una postura marcada en contra de la ultraderecha, pero, a contrapelo, están participando y creando las condiciones que favorezca a los mismos que se beneficiaron con el golpe militar, con la dictadura de Pinochet”. A modo de síntesis, de lo medular de las respuestas, se recuerda el rol que tuvieron agentes de la dictadura como el ministro Fernando Léniz y Julio Ponce Lerou, yerno de Pinochet. Aplican a sangre y fuego el modelo forestal y demás usurpaciones agregadas, refrendado por el decreto 701 de la dictadura “que implicó todo el desarrollo subsidiario y tributario que favoreció de forma descomunal a los grupos económicos responsables del golpe militar”. Esta situación se atribuye al proceso de “reconversión capitalista en el Wallmapu”, experimento basado en el neoliberalismo extractivista monopólico de grupos usurpadores de tierra, poseedores de energética y mineras vinculadas a empresas como Entel, Copec, Colbún, bancos, pesqueras y el capital especulativo financiero. Llaitul piensa que hay una continuidad del modelo impuesto por la dictadura. Todo esto originalmente amparado por el Decreto 701, sigue arrasando con el mundo mapuche en el Wallmapu; ataca “la esencia cultural, ideológica, espiritual con el monocultivo, pinos, eucaliptus, la desertificación de suelos, la escasez de agua”. Esta intervención capitalista mantiene la confrontación histórica en relación con la propiedad, uso y visión de la tierra. Esto data desde la conformación del Estado Nacional chileno en 1810-1818 y en adelante entre 1881-1883, período mal calificado como “Pacificación de la Araucanía” con las campañas militares del ejército chileno. La presencia de las forestales es la cuarta invasión del capitalismo depredador, de la industria maderera-extractivista, lo que ha significado la destrucción de “la contrarreforma agraria, proceso que avanzó en la restitución de tierras en tiempos de Salvador Allende”. En la actualidad, el territorio del Wallmapu está invadido por las empresas forestales Mininco (CMPC), Arauco y Cautín. Este modelo forestal se desarrolla en democracia con “la continuidad de la dictadura del capital monopólico financiero que se instala con la dictadura civil-militar”. La salida de Pinochet se pactó a condición de mantener este modelo económico amparado por la Constitución ilegítima de 1980 heredada de la dictadura. Llaitul grafica su apreciación del capitalismo depredador como choque cultural; señala que aquello que “ellos entienden como forestación nosotros lo entendemos como deforestación y desertificación de los suelos como un atentado o una acción genocida que ataca lo fundamental del pueblo mapuche, su esencia cultural, ideológica y espiritual” El pueblo mapuche está relacionado con la biodiversidad, por eso choca con un modelo forestal depredador. Luego la periodista le pide que describa el proceso de persecución política. Responde que el entramado del Estado tiene que ver con el proceso de represión masiva y selectiva que se traduce en una condena político-ideológica a su persona como vocero de la CAM, lo cual obliga al pueblo a un proceso de acumulación de fuerzas político y militar. En otro plano de la conversación, frente a quienes quisieron atribuirle el asesinato de 3 carabineros, señala que no hubo necesidad de sacar un pronunciamiento público “porque no hubo una postura clara de las autoridades en tratar de acusarnos […] La CAM tiene una conducta basada en una ética de Acción Política consecuente con la defensa de la vida y los territorios, con justicia y sustentabilidad para todos […] Nuestra lucha es en contra de las grandes inversiones capitalistas, es en contra de las políticas extractivistas que arremeten contra el Itro fil monge mapuche y pretenden perpetrar el poder de dominación en todo el Wallmapu”. La derecha no cesa en su odio racista y colonial. La recuperación territorial choca con los intereses del gran capital y justifican la represión motejando al pueblo mapuche de enemigo interno. Los gestores deben situarse en el contexto del crimen organizado y a las mafias ligadas al poder de la Macro Zona sur, quienes poseen equipos paramilitares que actúan en la impunidad.

  4. La CAM frente a los incendios forestales: “las llamas son del capital, las vidas de los pueblos oprimidos” (p. 46-48). El texto está firmado por la Coordinadora Arauco Malleco (CAM). La magnitud de las imágenes de los criminales incendios forestales ha sido vista desde el espacio. Esta responsabilidad es de la industria forestal y del modelo económico. La CAM está siendo fuertemente reprimida por el gobierno de Boric. Hoy, Héctor Llaitul se encuentra encarcelado a 23 años de prisión. A uno de sus hijos, el Estado le está solicitando 70 años de cárcel y a otro ya lo ha tenido en prisión preventiva. Esta declaración contiene las siguientes partes: Kiñe: los últimos incendios no han asolado al Ngulumapu y otras zonas del llamado Chile. En esto están involucrados los ricos y las transnacionales. Los resultados de las forestales se traducen en: desertificación, sequías, contaminación, reducción de tierras, cooptación política de familias y personas vulnerables. Epu: el modelo depredador se asienta en la usurpación de tierras mapuches, entregadas por la dictadura a bajo precio, autorizando el monocultivo de pinos y eucaliptus. Desde entonces el Estado ha sido el principal aliado de los empresarios. Küla: ¿Por qué no se cambia el modelo capitalista, extractivista y depredador que imponen las forestales? ¿por qué todos los gobiernos han asumido como lacayos los dictámenes de los grupos económicos? La respuesta está en la gobernanza neoliberal que asume Boric, aumenta la producción de celulosa y persiste el capitalismo colonial. Meli: Por lo anterior, el Walmapu se declara enemigo de las forestales. “Siempre la hemos combatido, pero nunca causando incendios que cobran vidas humanas de sectores empobrecidos y menos que afecten a nuestra propia gente”. Los responsables son las forestales Mininco, Arauco y CORMA, con la complicidad de los gobiernos de turno. Estas empresas imponen una cultura de muerte y devastación. Nos comprometemos a seguir luchando hasta su expulsión definitiva del territorio.

  5. Entrevista al preso político mapuche de la CAM Héctor Llaitul Carrillanca, realizada por Vocesenlucha el día 16 de octubre de 2024 (p. 49-67). Fue publicada en ContrahegemoniaWeb, Kaos en la red, Tercera información, Rebelion, Resumen Latinoamericano, El Porteño. Responde a 22 preguntas. Héctor Llaitul es presentado como preso político y vocero del movimiento de resistencia del Wallmapu. Acaba de realizar una huelga de hambre de casi tres meses y de solicitar su traslado a una cárcel que disponga de módulos para comuneros mapuches. En la actualidad, el Estado lo mantiene aislado en calidad de preso común en el complejo penitenciario de BíoBío en la ciudad de Concepción. El contexto permite comprender a qué responden las formas de lucha de la CAM e incluye temas polémicos como el asesinato del weichafe (guerrero) Pablo Marchant en 2021, el rol del gobierno de Boric, la militarización y subordinación a EE.UU del territorio, la última elección presidencial en Venezuela y el aumento del fascismo en América Latina. Vocesenlucha pregunta quién es Héctor Llaitul y por qué está en prisión. Se define como mapuche revolucionario, un Werkén (vocero) de la CAM, condenado a 23 años de cárcel en medio de un conflicto histórico entre el Pueblo Nación Mapuche y el Estado chileno y argentino. Es la tercera condena incoada a través de ocho procesos por la defensa de los derechos del pueblo mapuche, único condenado por el gobierno durante la postdictadura. Los motivos de la huelga de hambre   van por la nulidad del juicio sin pruebas objetivas ni concretas, por la Ley de seguridad interior del Estado y por manipulaciones el Debido Proceso. “Una cosa es perder la libertad, pero otra es que te quiten el derecho a seguir siendo Mapuche y eso no se transa”. Haciendo un poco de historia, Llaitul explica que desde la década de los 90 la CAM se convierte en referencia de lucha de los pueblos originarios en América Latina. Quienes aún no conocen a la CAM deben saber que es una organización autonomista y revolucionaria, insubordinada y rebelde para una propuesta de liberación política-estratégica que además sirva de referente para otros pueblos oprimidos. El enemigo histórico es la oligarquía y el Estado capitalista. Además de la autodefensa territorial, tiene que ver con el cambio de sistema. La CAM se ha desarrollado en su fuerte arraigo comunitario, lo cual constituye un problema de envergadura para el Estado capitalista. “El Itrofil Mongen significa que luchamos junto a las demás fuerzas del entorno, que están en la naturaleza y en otra dimensión de nuestras vidas, un mundo espiritual y místico que nos sitúa como mapuches, lo ancestral por sobre la cultura de la muerte”. La tierra y el territorio son de absoluta importancia como basamento del proyecto político. No hay autonomía sin recuperación del territorio y recomposición de las tierras, factores que justifican la autonomía revolucionaria y las acciones de los ORT (órganos de resistencia territorial). La resistencia tiene un sentido cultural en la relación HOMBRE-TIERRA. Los Estados Nacionales han actuado en términos de ocupación, dominación y despojo, cuya oligarquía (heredera del imperio español) ha ambicionado los territorios ancestrales. Los recursos de tierras y aguas, para el pueblo mapuche es nuestra ÑUKE MAPU (madre Tierra) y nuestro ITROFIL MONGEN (todas las vidas), nuestra cosmovisión. Los métodos de recuperación territorial son diversos: “ocupaciones con ceremonias y construcción de rukas, acciones de sabotaje y violencia política necesaria para recuperar territorios. La oligarquía ha impuesto un “régimen de ocupación militar” y nosotros respondemos con un retorno al Weichan, donde la vía militar se ha posicionado en el movimiento mapuche. La defensa se basa “en una ética de acción política que respete la vida en su sentido más amplio, que se defienda la ÑUKE MAPU y se recomponga todo lo devastado-destruido por las políticas extractivistas y el viejo orden burgués colonial que trae consigo la depredación y exterminio”. Las principales fuerzas antagónicas del pueblo mapuche han acumulado varios siglos de resistencia contra los Incas y el imperio español. Luego, contra los Estados Nacionales de Chile y Argentina. En la actualidad estamos invadidos por el capitalismo globalizado. La oligarquía chilena es la que se ha encargado del despojo territorial. Todo esto ha favorecido la incursión de mafias ligadas a los grupos económicos y de sectores “autoproclamados independientes y progres que terminan en una defensa corporativa del actual gobierno de Boric. Así se puede entender cómo algunos medios que se decían inclusive de izquierda han tratado de forma injusta y prejuiciada y se hacen parte del discurso oficial que nos trata con denostación”. Después de la dictadura el poder político no ha cambiado. Se ha mantenido incólume el poder de burguesía. “Así se entiende que el actual gobierno tiene una actitud servil y de lacayo a los intereses de las Corporaciones multinacionales y del imperialismo yanqui […]; la lógica de la dictadura sigue operando, pero administrada por un modelo neoliberal. Si se observa la cantidad de tierras mapuche privatizadas y vendidas durante la dictadura, y que no han sido devueltas a comunidades, se puede ver el mejor síntoma de esta persistencia”. En otra oportunidad Llaitul afirmó que la liberación del pueblo mapuche necesita de la liberación del pueblo chileno. La Rebelión Popular de 2019 tuvo mucha resonancia en América Latina, pero después de haber transcurrido cinco años por falta de orientación política, demuestra tener un escaso o casi nulo efecto para las reivindicaciones de los trabajadores chilenos. Boric encabeza una negociación con la derecha, firma un acuerdo “por la paz y una nueva constitución”. Antes de asumir este gesto, había visitado sectores populares que creyeron en su discurso de reivindicación popular. Las 10 preguntas restantes recuerdan las secuelas de la Rebelión o estallido social y la situación de la democracia en Venezuela. El saldo ha sido más de 100 comuneros presos, transgrediendo normativas del propio Estado chileno como el convenio 169 de la OIT. El discurso oficial está marcado por racismo y negacionismo. Chile sigue dependiente del imperio norteamericano y del modelo neoliberal globalizado. La dictadura de Pinochet fue el principal legado de los EEU, inseparable del sistema capitalista mundial, controlado por corporaciones multinacionales. “Observamos a Boric, apoyando no solo a Biden, también a Zelenski, a Milei y como otros injerencistas ataca gobiernos como el de Venezuela, Cuba, Nicaragua […] Existe mucha responsabilidad de parte de una seudo izquierda y particularmente del mal llamado progresismo en la ofensiva de la ultraderecha y del fascismo” ¿Hay descomposición social en el Walmapu? “Es efectivo que existe una política comunicacional de demonización de la causa mapuche en donde está comprometida casi toda la prensa oficial”. El legado de Boric será asegurar su gobernabilidad a costa de criminalizar y excluir las organizaciones autonomistas. Por otra parte, la prensa ha difundido noticias falsas respecto a la muerte del weichafe Pablo Marchant con el objeto de generar una polémica y división entre los mapuches. Estamos convencidos de que “Toño (Pablo Marchant) está con nosotros allá en el Wenu Mapu, y está presente en cada acción y actitud de rebeldía y de resistencia. El Pueblo Nación Mapuche ha sido despojado del 95% del territorio ancestral y nuestra gente fue arreduccionada y sometida vía manu militari a un sistema colonial y racista que nos dejó en la realidad de ser un pueblo pobre, desarticulado y en resistencia”. La similitud con pueblos como el palestino está en la base del concepto Autodeterminación de los Pueblos. “Por lo mismo tenemos una sintonía con la lucha del pueblo kurdo, catalán, vasco, del Líbano” en su resistencia contra el sionismo israelí. Es importante la solidaridad internacional y la presencia de observadores de organismos de DD.HH en los procesos judiciales. La entrevista de Vocesenlucha concluye preguntando ¿Desea añadir algo más? ¿enviar un mensaje a la comunidad internacional? Responde: “La figura de LAUTARO, Leftraru está en la retina de los grandes héroes de las causas justas en el mundo […] Los weichafes debemos resistir y seguir en la senda del Wichan Mapuche y ser un aporte en este gran proceso […] y dar sentido y vida a nuestro grito de guerra y consigna política ¡Amulepe Taiñ Weichan, Mairrichiweu, Weuwaiñ!



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