El profesor imaginario
enseña en una escuela imaginaria
al interior de una casona imaginaria
a pocos metros de una carretera imaginaria
De los muros que son imaginarios
se abren oscuras pantallas imaginarias
subdivididas en rectángulos imaginarios
con nombres de estudiantes imaginarios
que estudian en cuartos imaginarios
en lugares y tiempos imaginarios
Todas las mañanas mañanas imaginarias
sube a la nube imaginaria
y se enfrenta al espacio imaginario
a mirar el paisaje imaginario
que consiste en una sala imaginaria
circundada por patios imaginarios
Ausencias imaginarias
asisten a grabaciones imaginarias
silenciando conocimientos imaginarios
a la muerte del encuentro imaginario
Y en las noches de luna imaginaria
sueña con su vocación imaginaria
que le brindó su inspiración imaginaria
vuelve a sentir ese mismo vacío
esa misma ansiedad imaginaria
y vuelve a palpitar
el corazón del profesor imaginario
Paráfrasis de Nicanor Parra
Imagen autorizada por el autor Sebastián de la Fuente
Comments